Cinco bancos, Santander (23,6%, incluido Banesto), BBVA (11,4%), Popular (10,9%), Sabadell (10,4%) y Bankia (9,13%), deberán realizar en el porcentaje descrito provisiones adicionales totales de 868 millones de euros para ajustar el valor de sus participaciones en Metrovacesa, procedentes de la reestructuración de la deuda que contrajo Ramón Sanauja y su familia a mediados de la pasada década en la guerra para tomar el control de la inmobiliaria Metrovacesa. Estos bancos habrán provisionado una vez concluya este año más de 2.300 millones por el deterioro del valor de las acciones que recibieron de la familia catalana en pago a los créditos que no podían pagar, ya que habían saneado otros 1.500 millones en los dos últimos ejercicios.
Las entidades tenían valoradas en 2010 sus acciones en la inmobiliaria a 24,75 euros en el caso del grupo Santander, y a un precio ligeramente inferior en otros. Esta cifra es el resultado de considerar como valor razonable, no el de la cotización bursátil, que era inferior, sino el valor neto liquidativo de los activos después de impuestos. El hecho de que ahora se acometa una ampliación de capital de 1.950 millones, que representa el 95% del todavía vigente, supone que el valor neto por acción a finales de este año se habrá hundido hasta 2,52 euros, por lo que la banca accionista deberá acometer otro saneamiento brutal, de 868 millones.
Los bancos entraron en el capital de Metrovacesa a consecuencia de la operación de rescate del propietario, la familia Sanauja, que acumuló deudas bancarias superiores a los 4.000 millones de euros, y tras desatarse la crisis estaba en quiebra. En febrero de 2009, las citadas entidades financieras llegaron a un acuerdo con el grupo Sanahuja por el que, en resumidas cuentas, los promotores inmbiliarios catalanes cedían el 65% del capital de la compañía a sus acreedores, a un precio de 57 euros por acción. La cotización de ayer era de 3,87 euros, tras haber sufrido un batacazo del 7,9%.
El caso de Metrovacesa es paradigmático de la ingeniería contable que han tenido que hacer bancos y cajas para ir absorbiendo a plazos el deterioro del valor de los activos inmobiliarios, y sobre todo del crédito a promotores especuladores. ¿Cómo es posible que una sociedad cuyas acciones estaban valoradas a 24 euros en las cuentas formuladas por la banca hace 4 meses, permita ahora una gigantesca ampliación de capital sin prima, a 1,50 euros por título, y además la CNMV exima al grupo Santander de hacer una opa si traspasa el umbral del 30% en la capitalización a la que se ha comprometido?. Increíble, pero así se va a llevar a cabo porque son los bancos acreedores quienes mandan, y realizarán una voladura controlada de esta compañía, que dentro de cinco años tampoco es previsible que pueda acometer el pago de 2.600 millones de los 3.600 millones que se renegocian ahora.
Se trata de ganar tiempo. La banca suscribirá por capitalización de créditos un mínimo de 1.358 millones, y concede cinco años de dispensa para los 1.860 millones de préstamos ligados a la actividad patrimonial de Metrovacesa, hoteles, oficinas y centros comerciales, que obtiene rentas, y nada menos que diez años de exención del pago de los 621 millones de deuda ligada a suelo y vivienda (algo más de 400 unidades). Otro paquete de préstamos bilaterales, de 1.124 millones tampoco se pagarán antes de que pase un quinquenio.