lunes, 13 de junio de 2011

Acerinox da el paso decisivo para abordar el proceso de fusiones en el sector del acero inoxidable en Europa

Gonzalo Garteiz

Un día después de que se celebrase la junta de accionistas de Acerinox, la multinacional española de acero inoxidable dio el paso el viernes que debería conducirle a ejecutar el inevitable proceso de concentración en Europa, donde hay un claro exceso de capacidad de producción. 
La empresa presidida por Rafael Naranjo, a quien sustituyó el año pasado en las funciones ejecutivas Bernardo Velázquez, es la compañía del sector con mejor gestión, realizada desde hace 50 años con ejecutivos formados en la casa, y ha decidido filializar el negocio fabril situado en Cádiz y la logística y comercialización que le acompañan, segregándolo de la matriz, que pasa a ser una holding, tenedora de las acciones de las filiales de Sudáfrica (Columbus), Estados Unidos (NAS), Malasia, Roldán y ahora Acerinox España.


De esta forma, la holding podrá a partir de septiembre, cuando el proceso debe ser aprobado por los accionistas en una junta extrordinaria, utilizar Acerinox España como comodín para "abordar mediante procesos de consolidación o reducción de capacidades no integrados" la situación de sobrecapacidad existente en Europa,  operación muy "recomendable" en palabras del presidente Rafael Naranjo. Cualquier operación en la que entrase en juego Acerinox España no contaminaría para nada el balance de la cotizada al ser una unidad independiente.
La joya actual de la multinaciona española, única compañía con los últimos ocho trimestres en beneficio, es la filial estadounidense y mantiene buenas expectativas en Asia con la apertura de la nueva acería de Malasia. El negocio de Cádiz lleva años con descenso de producción, aunque sigue siendo un tercio del total en laminados y algo menos en la acería. La gran ventaja es que cuenta  con un  activo muy amortizado a pesar de las continuas inversiones realizadas (ahora mismo se han aprobado 54 millones).
La nueva sociedad contará con un activo de 934 millones y un patrimonio neto de 341 millones (62 millones de capital y 279 millones de prima). Acerinox acaba de pactar también un ERE en el negocio segregado, que teóricamente durará hasta finales de este año y comenzará en julio, afectando a 1.663 de los 2.243 empleados. 


La caída de pedidos de los dos últimos meses afecta a los precios, situación agudizada por el exceso de capacidad en China y posiblemente en India, que les ha convertido en exportadores, haciendo inviable la situación actual de Europa, con una capacidad de producción de casi 10 millones de toneladas y un consumo que no llega a 6 millones. Acerinox salva este problema con la flexibilidad que le concede el disponer de otras plantas en Sudáfrica, Estados Unidos y ahora Malasia, y ha sido capaz de ganar 122 millones el año pasado utilizando solamente el 80% de la capacidad productiva. Su deuda financiera apenas representa el 56% del patrimonio, muy cercano a los 2.000 millones, según el balance aprobado en la junta del jueves pasado.


Un pequeños grupos de fabricantes son los que deben acometer la racionalización del negocio en Europa: Acerinox, Aperam (nacida de una escisión de Arcelor), ThyssenKrupp y Outokumpu , siendo mucho más pequeños Ugitech y Valbruna.
Ya hace unos meses, Arcelor Mittal, el líder mundial siderúrgico escindió el negocio de inoxidable, sacándolo a Bolsa con el nombre de Aperam, siendo uno de los propósitos reorganizar el sector del inoxidable en Europa. La cotización de esta empresa ha perdido mucho fuelle desde que debutó en Bolsa con una subida del 9% el 26 de enero. La caída desde entonces es del 26%, frente al 11,3% que se ha dejado Acerinox desde entonces. Outokumpu lleva perdido en el año un 32,1%, y la española, un 6,6%. La comparacción con ThyssenKrupp difiere mucho por la diversificación de la alemana, que ha subido un 10% este año.