Gonzalo Garteiz
Los agujeros presupuestarios de las autonomías son de gran calado como se ha podido comprobar en las regiones que han cambiado de Gobierno tras las elecciones, pero se habla menos, por falta de información, de los que atañen al resto, y en especial a la Comunidad de Madrid, donde un gasto en propaganda sin parangón, 620 millones de euros desde que comenzó la crisis hace tres años, y una previsión de 111 millones para el actual ejercicio, cinco veces más que en Cataluña (cifras de El País, no desmentidas), consigue el efecto perseguido de apuntarse tantos que no le corresponden y deformar la realidad con medias verdades.
El Gobierno de Esperanza Aguirre ha utilizado trucos administrativos para eludir pagos de servicios a sabiendas de su incorrecto proceder. Las cuentas del ente empresarial público, Fábrica Nacional de Moneda y Timbre contabilizan una increíble provisión de una deuda de 1,056 millones de euros de la Comunidad presidida por Aguirre, al no haber pagado ésta los costes de la gestión de servicios sanitarios que llevó a cabo la FNMT por el convenio de empresa colaboradora en el año 2008.
Fuentes de la Comunidad madrileña aseguran que no hay tal deuda ya que los pagos se iban a realizar vía subvenciones, y estas no fueron finalmente concedidas "por silencio administrativo", y que a partir del año 2009 se eliminaron los convenios de colaboración, por lo que el gasto sanitario en el que incurren las grandes empresas corre ya de su cuenta.
El hecho cierto es que la Orden 722/2008 del 10 de octubre publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid por la Consejería de Sanidad, entonces bajo la dirección de Juan José Güemes, aseguraba que eran de utilidad estos convenios por los que las empresas ofrecen el cuidado sanitario en la enfermedad común y el accidente laboral, y que se habían presupuestado 13,413 millones para cubrir el gasto. Sin embargo, una vez establecidas las bases de las subvenciones, la Comunidad de Madrid no hizo propuesta de resolución alguna e incumplió los actos administrativos que la orden recogía, acogiéndose además a un silencio administrativo para dar por bueno que no concedería el dinero asignado.
Fuentes de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre han asegurado a La Celosía que desde el Gobierno de Aguirre se les comunicó que iniciarían otra convocatoria para hacer efectivos los pagos con "cambios en el procedimiento administrativo". La FNMT también asegura, en contra de la versión oficial de la Consejería de Sanidad madrileña, que sí reclamaron la subvención.
El caso es un ejemplo más de la chapuza y malas prácticas que gobiernan la Aministración, incluidas las empresas públicas. ¿Por qué razón la FNMT contabiliza un ingreso que debe ser reconocido vía subvención, antes de conseguir ésta?. ¿Por qué el Gobierno de Aguirre trata de ganar unos millones en el presupuesto dando "un sablazo" a las grandes empresas que ofrecieron el servicio sanitario?.¿Por qué una vez descubierto el pastel no se cuenta la verdad?.