lunes, 18 de abril de 2011

Demetrio Carceller entra en el negocio de venta de vino de la mano de Claudio Aguirre y Gonzalo Verdera

G. Garteiz

Gran actividad empresarial en torno a Demetrio Carceller Arce, nieto del fundador del emporio empresarial con joyas como el grupo cervecero Damm, del cual es presidente ejecutivo, la distribuidora de productos petrolíferos y gas, Disa, con un creciente poder en Sacyr Vallehermoso, donde es el primer accionista controlando ya más del 15% del capital, tras sus recientes compras acumulativas y posiciones muy altas en Ebro.
Carceller ha sido seducido ahora por algo más cultural y hedonista como es el negocio del vino, en el cual se ha fortalecido entrando en el sector de distribución tanto presencial, en la franquicia La Carta de Vinos, como online, a través del portal Todovino.com. Fuentes de Damm han confirmado a La Celosía que la inversión es privada y no corporativa, como es el caso de la cadena de comida rápida Rodilla, de la que la cervecera es su socio y soporte financiero.
Carceller se ha incorporado a este negocio de vinos de la mano de dos viejos amigos, Claudio Aguirre, fundador de la sociedad de private equity Altamar, y uno de los hombres con currículo más potente en banca de inversión (Merrill Lynch y Goldman Sachs, entre otros), y Gonzalo Verdera, fundador y alma mater de Todovino. Verdera tuvo en su tiempo un perfil financiero a través de la agencia de valores Savia Capital, pero graves irregularidades con multa de la CNMV incluida, le apartaron de ese camino, dedicándose con éxito a la fundación del portal de venta y clubs de vino Todovino.com, uno de los importantes de España.
Todovino, que gestiona clubs como The Reserve Shop, creado por Diageo, y el Business Plus de Iberia, entre otros,  factura en torno a los 6 millones de euros y aspira a fortalecer y expander el negocio, para lo cual se ha asociado con La Carta de Vinos, una franquicia de tiendas, de origen francés (La liste des vins),que Claudio Aguirre compró junto a la familia Trius en el año 2002. Desde entonces,  un crecimiento con excesiva ambición y la crisis forzaron a una reestructuración de la compañía, y la renegociación de deudas.
El ajuste ha concluido y ahora La Carta de Vinos cuenta por el momento con seis tiendas, tres en Barcelona, dos en Madrid y una en Sevilla. La llegada de Carceller, cuya inversión no ha sido desvelada a La Celosía, debería servir para consolidar el proyecto, planteado ahora sobre dos pilares, presencial y online.