Gonzalo Garteiz
Las autoridades de los mercados bursátiles de Francia, Italia y España, a las que se ha unido la belga, han prohibido a partir de hoy las ventas a descubierto (vender sin apropiar los títulos con la esperanza de que bajen para recomprarlos y ganar un margen) de acciones de entidades financieras para frenar el hundimiento de sus cotizaciones por los ataques especulativos. En el caso español, la CNMV ha decretado una cuarentena de 15 días.
La prohibición cautelar afecta en el caso español a cualquier operación sobre acciones o índices, incluyendo operaciones de contado y de derivados de cualquier tipo, que permitan crear una posición corta neta o aumentar una ya existente, aunque sea intradía. Se entiende por posición corta aquella que permite ganar dinero cuando cae el precio de la acción. Obviamente quedan excluidas de esta prohibicón las operaciones que realizan los creadores de mercado.
Entran en esta prohibición las acciones de los once bancos que cotizan en España, además de las cuotas participativas de la CAM, las aseguradoras Mapfre y Catalana de Occidente, Renta 4 y Bolsas y Mercados (BME).
La medida ha sido coordinada por el supervisor europeo de Bolsas (ESMA, por sus siglas en inglés), que ha comprobado que en los últimos desplomes de las cotizaciones de los bancos europeos, y especialmente de los franceses, vinieron acompañados de un incremento muy considerable de la operativa a corto y de la emisión de rumores que afectaban negativamente a los bancos, como fue el caso del descenso del rating de Francia.
La ESMA ha recordado que la directiva de Abuso de Mercado vigente en la Unión Europea prohíbe terminantemente la difusión de rumores y noticias falsas o exentas de veracida que sesguen el mercado, y ha pedido a las reguladores bursátiles nacionales que vigilen estrechamente la difusión de estos rumores y noticias falsas, para castigar severamente estas acciones.
La prohibición de las ventas a corto se produjo con carácter muy generalizado en la etapa más cruda del hundimiento financiero tras la quiebra de Lehmann Brothers en 2008 y los bancos tuvieron que ser rescatados con dinero público. La City, siempre tan liberal ella, tuvo que tragar con esta medida. En aquel entonces también se decretó en Londres esta disposición sin previo aviso, como ha sido el caso de los países del Sur de Europa. Con posterioridad se decretaron normas de transparencia sobre las posiciones cortas tomadas.
El Financial Times advertía en un artículo publicado hace dos días que muchos fondos especulativos habían comenzado a atacar las posiciones de bancos, y citaba entre otros al Banco Santander. Los principales bancos franceses se desplomaron hasta un 15% en dos jornadas, cuando surgió el rumor de que Francia vería rebajado su rating, y Sarkozy reclamó a sus ministros medidas para frenar el déficit público.