Gonzalo Garteiz
La jornada bursátil de ayer es reveladora de la manipulación a la que los mal llamados "mercados", mejor sería denominarles prestamistas y gestores de fondos, someten a los mercados secundarios ya sean de deuda, materias primas o renta variable. La actuación habitual de los poseedores de títulos, o mejor dicho de quienes gestionan el ahorro, cuando surge el pánico es el de salir en estampida (efecto manada), pero hay ocasiones en que algunos se comportan de manera diferente, por razones habitualmente inconfesables ya que se sustentan en información confidencial o en oscuros pactos de recompra.
En la jornada bursátil de ayer, el Ibex perdió un 3,24%, y los bancos integrados en el índice selectivo bastante más. BBVA se dejó un 4,75%, Popular, el 5%, Sabadell, un 4,37% y Santander, el 3,45%. Sin embargo, los dos bancos estrenados recientemente en el parqué español, de los que el inversor desconfió desde el primer día, Bankia y Banca Cívica, subieron un 0,54% y 2% respectivamente (todos los datos recogidos al cierre de Infobolsa).
El volumen de contratación de los dos bancos de cajas, triunfadores ayer contra todo pronóstico, fue importante por lo que la manipulación habrá costado sus dineros. Estas grotescas maniobras dañan gravemente la credibilidad de los valores "beneficiados" con ellas y al mercado en donde se producen. Sin duda de que la CNMV hará sus pesquisas, pero sin éxito alguno, también sin duda. En la venta de acciones de Bankia se mojaron y cobraron los bancos de inversión más importantes del mundo, UBS, JP Morgan, Deutsche Bank y Bank of America Merrill Lynch, y en la de Banca Cívica, el exquisito Credit Suisse. Ningún hecho relevante que ataña a las dos entidades explica el alza de la cotización y la transparencia del mercado se merece una explicación de lo ocurrido, aunque sea peregrina, con derivados, y en inglés o en alemán, pero que no nos tomen por pigs, please.