Grupo T Solar, la empresa española líder mundial de energías renovables del sector fotovoltaico, presidida por Marcial Portela no ha celebrado la junta de accionistas que tenía prevista para ayer martes 29 de marzo, en la que debían aprobarse un ampliación de capital dineraria, la conversión en capital de un préstamo y el nombramiento de consejeros.
Las razones de la suspensión no han sido aclaradas, pero todo apunta a las dificultades de las cajas de ahorros que controlan el 40% de la compañía para fijar acuerdos ante los problemas de decisión que conlleva el hecho de que están envueltas en fusiones en diferentes grupos bancarios constituidos.
Algo más del 40% del capital está repartido entre CajaSol, Caja Navarra, la intervenida Caja Castilla La Mancha, en poder de Cajastur, Caja Duero, Sa Nostra, Caja Burgos y Caixanova, todas ellas en grupos que han reclamado ayuda pública para reforzar sus recursos propios y que difícilmente serán autorizadas a seguir inyectando dinero en una empresa de alto riesgo. El control de la sociedad está en manos de Isolux, presidida por Luis Delso, y otros accionistas conjuntos como Portela.
Sin embargo, La Celosía ha sabido que sí se ha producido un encuentro de accionistas en el que se aprobó inyectar a la sociedad una cantidad de 120 millones de euros, lo que supondría casi duplicar los recursos propios actuales.
En esa cantidad podría incluirse el préstamo convertible en acciones de 50 millones de euros, otorgado a la sociedad por accionistas como el presidente de las Cámaras de Comercio Javier Gómez Navarro, José Gomis y Ángel Serrano. El mayor prestamista con cerca de 30 millones son fondos de Corpfin,una sociedad de capital riesgo. Este préstamo sale extraordinariamente caro a T Solar, ya que devenga intereses al 14,7%, y hubiera sido convertido en acciones en caso de haber conseguido cotizar en Bolsa.
Los problemas de T Solar provienen de que ha sido creada en cuatro años con la compra de muchos parques fotovoltaicos en los que no fue promotor, habiendo pagado unos fondos de comercio muy altos, que difícilmente pueden rentabilizarse una vez que el Gobierno decidiera rebajar sustancialmente las primas a la energía de origen fotovoltaico. Además, T Solar no pudo salir a Bolsa como tenía previsto ante el riego de la creciente incertidumbre legislativa sobre estas energías, y la dificultad del mercado para absorber papel.
La inyección de capital fresco es fundamental para acometer el desarrollo en el mercado internacional del grupo, donde todavía se pueden obtener rentabilidades altas que posibiliten la financiación de proyectos con pocos recursos propios. T Solar tiene una deuda superior a los 150 millones de euros, y otros 1.000 millones son soportados por los bancos con la hipoteca de los proyectos financiados.
Dentro de las notables dificultades que entraña la captación de los recursos, Marcial Portela, que ha sido nombrado hace unos meses consejero delegado de Santander Brasil y cuenta con liquidez para acudir a la ampliación tras consolidar derechos de pensión de 30 millones, tiene ante sí un panorama de recuperación del apetito por las renovables tras el desastre nuclear de Japón.