La observación del mundo efímero e inmaterial que subyace en el espacio, ya casi virtual, del hombre occidental, cargado de amoralidad, resulta clarividente a través de la obra del novelista francés Michel Houellebecq. Su pose le ha configurado una imagen de cretino depresivo, que no debe prejuzgar su brillante genio literario, reconocido malgré lui con un Goncourt. "El mapa y el territorio" es una excelente muestra de su literatura.
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