Hasta cuando las autoridades españolas tolerarán que empresas como la valenciana European City Guide, del pícaro Francisco López-Peláez Torres, ensucie la imagen del "made in Spain". Sus prácticas de marketing, calificadas como "una estafa" por el parlamentario europeo Simon Busuttil (en la foto) cuando el caso fue denunciado ante la institución de la UE, continuan, y ahora ha sido Australia, el país donde ha sido denunciada. Pequeñas y medianas empresas australianas recibían formularios en los que se les invitaba a actualizar los datos "gratuitamente" para que sus perfiles sean publicados en la web y en las guías editadas por la compañía. Lo que no sospechaban es que en la letra pequeña se especificaba que el coste superaba los 1.200 euros anuales por un periodo de tres ejercicios y por más tiempo si no cancelaban la inscripción. Como han demostrado los australianos ni la web ni las guían sirven para nada, sino como tapadera de un fraude. La compañía valenciana ya fue condenada en Cataluña por publicidad engañosa hace unos años, y la Comisión Europea pidió a España que tomara medidas cuando extendió sus redes por los países de la UE. Ahora han llegado a Australia, un país en el que compañías como Ebro y Acciona como compañías más notorias tratan de ganarse la confianza de las autoridades y los ciudadanos para comprar empresas y hacer negocios. El negocio no es malo, porque la reputación a López-Peláez le importa un bledo, y lleva desde los noventa dando palos. ¿Hasta cuándo se van a tolerar estas prácticas?.
