El soriano Agapito Iglesias, presidente del equipo de fútbol Real Zaragoza, que ocupa puestos de descenso en la liga, se ha quitado la máscara, y ha decidido representar directamente a jugadores de fútbol (deportistas, según reza en el el registro) mediante una de sus innumerables sociedades, BE Plan Energía, a la que ha modificado su objeto social lo que le permite poder cobrar comisiones en fichas y traspasos. Esta compañía estaba controlaba hasta ahora por una persona de su entorno, el arquitecto Alberto Casado.
El presidente Iglesias, constructor y promotor inmobiliario a través de Codesport, controla el 90% del capital del club, que se encuentra en situación concursal con un pasivo declarado de 110 millones de euros, a los que la administración concursal acaba de añadir otros 35, y reclama una quita del 50% y el resto a pagar en ocho años. Agapito Iglesias, que ha utilizado también un fondo opaco para fichar jugadores y posteriormente cederlos al club, entró en el Zaragoza con intereses urbanísticos por medio.
Una asociación de pequeños accionistas del Zaragoza, (APARZ), cuyo presidente es José Ángel Zalba (un histórico del club), ha conseguido personarse en el concurso judicial con el fin de investigar y denunciar las actuaciones de Iglesias.